SUTEBA Pigüé difundió un comunicado de CTERA
Fueron las luchas sostenidas que los docentes organizados en CTERA dimos durante la resistencia a las política neoliberales las que instalaron en la agenda pública la necesidad de derogar la Ley Federal de Educación y de contar con una Ley de Financiamiento Educativo que volviera a responsabilizar al Estado nacional en materia de financiamiento de la educación.
Ambas conquistas las obtuvimos en el gobierno de Néstor Kirchner, ambas leyes llevan en su texto el producto de largos debates dados por los trabajadores de la educación en nuestro país y asimismo logramos luego de veinte años la Paritaria Nacional Docente. No somos meros reclamadores de sueldo, pero sí exigimos salarios dignos que permitan vivir con un solo puesto de trabajo. No hay ningún docente del país que trabaje sólo 4 horas diarias y los 3 meses de vacaciones son una leyenda, el calendario escolar va desde el 12 de febrero al 30 de diciembre y cada vez más docentes trabajan en las escuelas de verano que se han implementado en los últimos años.
En los peores años de la crisis económico-social (1997-2002) muchas de nuestras escuelas se conviritieron en campos de refugiados en los cuales se aplicaban las políticas focalizadas de contención del impacto de la pobreza en la mayor parte de nuestos niños/as y adolescentes.
Aquí y ahora, en este tiempo que los trabajadores parimos desde la resistencia y queremos sostener y profundizar, el desafío es recuperar la centralidad del conocimiento y el orgullo de ser docentes.
Ambas conquistas las obtuvimos en el gobierno de Néstor Kirchner, ambas leyes llevan en su texto el producto de largos debates dados por los trabajadores de la educación en nuestro país y asimismo logramos luego de veinte años la Paritaria Nacional Docente. No somos meros reclamadores de sueldo, pero sí exigimos salarios dignos que permitan vivir con un solo puesto de trabajo. No hay ningún docente del país que trabaje sólo 4 horas diarias y los 3 meses de vacaciones son una leyenda, el calendario escolar va desde el 12 de febrero al 30 de diciembre y cada vez más docentes trabajan en las escuelas de verano que se han implementado en los últimos años.
En los peores años de la crisis económico-social (1997-2002) muchas de nuestras escuelas se conviritieron en campos de refugiados en los cuales se aplicaban las políticas focalizadas de contención del impacto de la pobreza en la mayor parte de nuestos niños/as y adolescentes.
Aquí y ahora, en este tiempo que los trabajadores parimos desde la resistencia y queremos sostener y profundizar, el desafío es recuperar la centralidad del conocimiento y el orgullo de ser docentes.