
La carta publicada hoy en el Diario Tiempo Argentino dice así: "Pasaron tres meses del trágico día en el que, por fortuna, pudimos ser partícipes de un acontecimiento que marcó nuestras vidas. Suena ilógico pero es que así fuimos viviendo una experiencia única, con características que escapan a cualquier análisis de comprensión racional. Soy el papá de Joaquín Gutiérrez, el niño que el 1/11/11, Día de Todos los Santos por esas cosas de la vida, cayó desde el 7º piso en la calle Borges al 2400".
Allí el pigüense Cristian Gutiérrez indica: "me moviliza un único fin: agradecer a aquellas personas que dieron todo para salvarle la vida a mi hijo y nos acompañaron en el momento más difícil y desolador. Las palabras nunca lograrán revelar la felicidad que siento al ver como Joaquito hoy camina con inmensa alegría y fe, después de haber vivido una experiencia única que lo marcará para el resto de su vida. Es mi responsabilidad, como papá, transmitirle el compromiso que asumió cada una de las personas que lo ayudaron desde el primer momento y hasta hoy lo siguen haciendo de manera silenciosa. Somos conscientes de que lo que nos ha pasado debe servirnos para crecer y creemos que fuimos elegidos para acompañar a un angelito que tiene mucho que contar a través de su compromiso para con la sociedad".