El Diputado Emiliano Balbín volvió a proponer la división de la Provincia
El artículo publicado por el legislador de la Sexta Sección Electoral afirma "es necesario en los tiempos que corren, evaluar la creación de provincias razonables que equilibren el federalismo, descentralicen el poder político, achiquen el gasto público y acerquen a los gobernantes.
La Mega Provincia de Buenos Aires actual tiene un altísimo costo de mantenimiento, el Estado Bonaerense se ha transformado en una organización centralizada, burocratizada, incongruentemente organizada, sobredimensionada y con falencias estructurales, cuestiones que sumadas a las distancias, alta población y regiones diferenciadas dificultan tener un Estado cercano a las personas y funcionarios controlados por los ciudadanos.
Por otro lado nuestra mega provincia adquirió en el contexto nacional un peso propio que para equiparar en términos electorales habría que sumar los votantes de Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Ente Ríos, Salta, Misiones, Chaco y Corrientes. El tamaño de Buenos Aires ha quedado desproporcionadamente grande para el tamaño de la Argentina perjudicando el desarrollo equilibrado de toda la Nación y afectando seriamente al sistema federal impuesto en la Constitución Nacional.
Paralelamente a los puntos detallados anteriormente, los bonaerenses (término impulsado desde el Gobierno en la década del ´90) no tenemos sentido de pertenencia a la provincia y carecemos de una identidad propia en todo sentido, desde lo cultural o comunicacional hasta lo político.
En conclusión nuestra mega provincia se ha transformado en un gigante sin amor propio y fácilmente influenciable. Desde 1991 los gobernadores bonaerenses han sido digitados desde Nación o CABA. Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf y Daniel Scioli llegaron a la gobernación desde la vicepresidencia de la Nación, en tanto el actual gobernador Axel Kicillof (porteño de Parque Chas) ex ministro de CFK fue postulado por la ex Presidente. Las candidaturas de Fernández Meijide, Vidal o Santilli demuestran que la “intervención política” no distingue partidos. Como agravante podemos mencionar que excepto Duhalde el resto de los mencionados iniciaron su carrera política en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
El análisis de situación realizado pareciera darle la razón a quienes hace 120 años buscaban evitar la centralización del poder, los habitantes y el desarrollo en un pequeño territorio de Buenos Aires en particular y de la Argentina en general mediante la creación de una nueva provincia en el sudoeste bonaerense con parte de territorio de las actuales La Pampa y Rio Negro. La Provincia del Sudoeste, que llegó a tener media sanción del Congreso Nacional, buscaba solucionar la desconexión causada por las distancias y estaba inspirada en la creación de estados para descentralizar y generar progreso en regiones remotas llevada a cabo en los Estados Unidos.
La realidad bonaerense y los antecedentes históricos han devuelto a la agenda pública de los últimos años la discusión sobre la conformación territorial de Buenos Aires, con propuestas presentadas por el economista Lucas Llach, el Diputado Provincial (MC) justicialista José Ottavis, el politólogo Andres Malamud y, por último, el trabajo realizado por Esteban Bullrich desde la Fundación Nuevas Generaciones “Una Nueva Buenos Aires, para Renovar el Pacto de Unión Nacional”.
La conformación territorial de la provincia suele estigmatizarse como una disputa Interior-Conurbano, cuestión que es oportuno desmitificar. Frecuentemente hago mención al “Interior Profundo” por ser mi región de origen, pero también existe el “Conurbano Profundo”, la lejanía física y operativa del Estado Provincial es igual para todos los bonaerenses, generando trastornos por igual sin distinción de origen geográfico.
Es necesario que comencemos a debatir seriamente en ámbitos Constitucionales de forma abierta, democrática y con respaldo técnico/académico la posible división de la Mega Buenos Aires con claros parámetros de evaluación: Integración geográfica, Homogeneidad demográfica, Identidad histórica, sustento económico y menor carga tributaria posible para la subsistencia, absorción y utilización tanto de infraestructura estatal como de recursos humanos preexistentes.
Complementariamente, el trabajo realizado desde los ámbitos gubernamentales en una decisión histórica y trascendental como sería la formación de nuevas provincias, debería contar con el apoyo de la ciudadanía y por tal motivo sería razonable realizar una Consulta Popular, articipación ciudadana que continuaría cuando votemos los Constituyentes encargados de redactar las Constituciones provinciales, momento en el cual elegiremos entre las propuestas de organización provincial que participen de la elección.
Debemos enfocarnos en el presente, en las realidades que vivimos, en las herramientas con las que contamos para crear los cambios necesarios para el fututo.
Como toda crisis, esta pandemia nos ha demostrado en muchos aspectos, que un mundo y un pais diferente vendrá, y es nuestra misión aportar mejoras para la Argentina del futuro hacia donde vamos y la provincia de Buenos Aires no es ajena a esa transformación necesaria".