
“Este fue un año en el que se compitió en pocas carreras, marcado por abandonos que tuvimos cuando veníamos siendo protagonista (Pigüé ganando y Olavarría siendo 2do.), ahora encaramos la última del año después de un repaso realizado en el taller que hicimos con mi viejo “Coco” y mi hijo Juan Manuel principalmente y con la colaboración de algunos allegados. En esta ocasión fue Coco quien además del armado del motor de pruebas, armó prácticamente íntegro el auto” comenzó explicando el piloto de Pigüé.
Consultado sobre los trabajos realizados en el Ford N°4, José Ignacio Furch indicó que “se hizo una caja de velocidades nueva por la rotura de Olavarría y se rearmó el motor de repuesto que tuvo buen rendimiento en el banco de Rulo Magallanes, por cuestiones de tiempo Martin Costanzo hizo revisar a “Coco” el motor que él nos arma y se encontró todo en condiciones como para que rinda de manera lógica la última carrera del año. Ayer por la tarde le controlamos la alineación al auto, considerando que no ha sufrido ni golpes ni toques a lo largo del año, se encontraba de acuerdo a los valores lógicos que hemos usado siempre”.